Acompañar al pequeño personaje en su aprendizaje está siendo
un viaje fantástico y sorprendente. No me cansaré de decir que día a día veo cambios,
diferencias y todo eso me fascina. Y como yo peco de lo que pecan todas las
madres: sí, esto es diferente a todo lo que puedan vivir las demás mamás del
mundo.
Aunque de esto ya hace un par de semanas, la baja por enfermedad
nos cogió desprevenidos y no lo pude
postear en su momento: mini M. salta con las dos piernas a la vez. No levanta
un dedo del suelo, pero se le ve tan feliz intentándolo. A mí, que me encanta
ver la postura que toma para hacerlo, le animo diciéndole: “¡Salta, salta!”. El
pobre mini. M. se pone nervioso y termina descoordinando, natural.
Ahora toca ver si logramos controlar la bajada de escaleras.
Será arduo, lo sé, pero conseguiré que no se tire como un kamikaze bajando tres
escalones de una sola vez.
Pequeños hitos, grandes alegrías ;)
ResponderEliminarJajajaj, y que lo digas!!
EliminarLo mejor es .... La cara de felicidad!!!
ResponderEliminarSeñor M.
Sí, no tiene precio!
Eliminarde verdad que no le vas a dejar bajar 3 escalones de golpe??? áins
ResponderEliminarsss.. pobre mini M... jakjjaaa... consiguele una capa de superman!!!!
En eso había pensado yo, lo malo que el único superpoder que tiene es el de sacarme de quicio, no el de volar, jajajaja...
EliminarQué difícil debe ser esta etapa, pero creo que también muy gratificante y lleno de sorpresas...Me ha gustado mucho tu blog; me lo guardo para seguirte la pista...
ResponderEliminarSaludos y gracias por tu visita!!
Gracias, Tita Lola! Ciertamente es gratificante, aunque extenuante!
EliminarEs realmente fascinante...
ResponderEliminarNo quiero perderme nada junto a él
Un beso
aliceinbo2.blogspot.com
Esa es justamente la sensación, verdad? No perderse nada, por eso acabamos tan cansadas, porque queremos seguir su ritmo.
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