Quizás escribir esto ahora, cuando aún todo está tan
reciente no sea tan buena idea, pero no me sale de otra forma. La situación que
hemos vivido en la recepción de un hospital privado ha sido de lo más
indignante, más aún tratándose de mi hijo.
Guille se ha caído y se ha hecho una pequeña brecha encima
de la ceja. Hemos salido pitando para el hospital. ¿Por qué privado? No sé,
podríamos haber ido al de la Seguridad Social, pero tenemos un seguro privado
precisamente para momentos como este, que a priori te atienden más rápido. Nos
hemos dado de bruces con una burocracia que no nos esperábamos. De aquí se
pueden sacar mil debates sobre salud privada o pública, pero la cuestión es que
fuimos a un hospital privado y ya está. De igual forma que vamos al ambulatorio
de la seguridad social donde tenemos su pediatra cotidiana. Usamos los dos
sistemas de salud y para las urgencias, por el tema de la rapidez y la
comodidad, optamos por el privado.
Nos dicen que la brecha necesita puntos y que sería conveniente
que fuera un cirujano plástico quien le hiciera la sutura para evitar cicatrices feas.
Ellos no tienen cirujanos plásticos de guardia, así que nos derivan a otro
hospital donde sí que tienen. Este hospital es el Viamed Santa Ángela de la
Cruz, en Sevilla: servicio estupendo, a nuestra disposición en todo, cariño y
cuidado. El hospital al que nos derivan, el Quirón Sagrado Corazón, también en
Sevilla, servicio también estupendo, médicos y cirujano con una única
preocupación, el niño.
¿Cuándo viene el problema? A la hora de pedir la
autorización a nuestra aseguradora, SANITAS. La actuación de un cirujano
plástico (por ser plástico) a priori no lo cubre la póliza. Solo es posible
mediante informe del cirujano plástico en cuestión y autorización del tribunal
médico. El informe del cirujano plástico no es obstáculo. El obstáculo es que,
al ser sábado, el tribunal médico está cerrado. Cubren sutura normal, es decir,
que lo cosa un cirujano general, con el riesgo de que la costura no sea todo lo
fina que debiera ser y que la cicatriz, estando en el lugar donde está (SOBRE
LA CEJA), se quede fea y antiestética. Sin menospreciar a un cirujano general
(Dios me libre de una cosa tan absurda), si un médico te dice que es mejor que
sea un cirujano plástico, ¿tú qué haces? Pues eso.
Si la explicación para la no autorización era otra, no me lo han explicado bien y mi nerviosismo por la situación no justifica que yo haya podido entender otra cosa.
Las cuestiones que se abren ante esto son muchas, me quedo
con esta:
- ¿Un tribunal médico de una aseguradora de SALUD
está cerrado porque es fin de semana? ¿Tendría que esperar al lunes para que le
dieran la autorización? ¿Le digo al pequeño que haga el favor de no caerse y
hacerse brechas los fines de semana y que procure hacerlo solo de lunes a
viernes? INCOMPRENSIBLE. Yo no conozco las formas de trabajar de las
aseguradoras de salud, pero lo lógico y normal (al menos lo lógico y normal para
las mentes mundanas como la mía) es que, igual que hay guardias en hospitales y
centros de salud con el personal sanitario, también los haya en este tipo de
organizaciones porque la salud es algo IMPREVISIBLE.
Aparte queda mi indignación por estar pagando un dinero
importante al mes, un dinero que nos cuesta un esfuerzo económico, un dinero
que es superior a muchos otros seguros médicos, y que me respondan, en el
momento de la verdad así.
Aparte queda también que todo esto ha pasado en la recepción
de un hospital privado, al teléfono con una chica que seguramente no tiene
ninguna responsabilidad sobre lo que ha pasado y que se ha tenido que tragar y
responder con respeto a unos padres que, lejos de perder la educación, se
encontraban bastante nerviosos. Cuanto y más al estar observados por la gente
de alrededor.
Y no queda nada aparte que yo hoy he sentido inseguridad con
respecto a la salud de mi hijo y que me la ha provocado una aseguradora de
salud, SANITAS, cuya misión es precisamente la contraria. Que no somos
ingenuos, que sabemos que una aseguradora es una aseguradora y la relación que
hay entre nosotros es una transacción económica para que nos presten un
servicio, pero el objeto de ese servicio es el más delicado de todos los que
existen: la SALUD. Solo por ello no deberían dejar en la estacada a sus
clientes y que la solución no fuera NO AUTORIZAMOS cuando tienes a tu hijo con
una brecha, sino otra vía por la que el paciente fuera lo principal.
¿Cómo ha quedado todo? En el hospital, primando lo que
realmente es importante, han suturado a mi hijo. Lo ha suturado un cirujano
plástico, sí. Le han dado cinco puntos. Ha expedido el informe pertinente de
necesidad de tal acción y ahora se tendrán que pelear hospital y aseguradora para los costes de la intervención.
Lo peor que nos puede pasar es que paguemos la misma, asumido lo tenemos. Igual
de asumido que estaremos con SANITAS hasta que finalice el año, porque no nos
queda otro remedio, y que luego buscaremos otro seguro médico privado porque el
problema no han sido los médicos sino la aseguradora.