¿Por qué la risa llega en el momento más inesperado?
El otro día, después de superar, la señora M. y yo, varias vicisitudes que no viene a cuenta contar pero que están directamente relacionadas con la situación provocada, nos invadió a ambas un ataque de risa tan infantil como vergonzosa en una situación nada adecuada. Pensar que esto le ha pasado a todo el mundo alguna vez alivia mi amor propio. Y es que cuando menos debes, más te ríes, es como una de esas regla de tres que rigen la vida.
No me siento orgullosa, pero soy una víctima más de esa Ley de Murphy que todo lo ve.
Pues donde hay risa hay salud!
ResponderEliminarGracias por venir al blog con frecuencia. Voy a intentar ir respondiendo vuestros comentarios en mi blog, los agradezco siempre mucho, y no siempre tengo tiempo de contestar. Hoy ya está hecho, y lo encontrarás bajo el tuyo en ladytacones!
Feliz fin de semana... y que sea risueño.
Yo también pienso eso, Ladytacones, pero hay momentos... jajaja...
EliminarAquí tienes a una que le ha pasado eso.
ResponderEliminarEs verdad que se pasa mal, pero y lo que te ríes?
EliminarLo malo es cuando además, por el ataque de risa, te haces pis...
ResponderEliminarÁnimo, guapa.
Ana.
En eso no había pensado, pero sí!!
ResponderEliminarjajjajaj.. a mi me echaron de la biblio de la uni!!!!!!!!!! y ni por esas pude dejar de reir!! conforme me marchaba me seguía riendo!!!! yo y mi amiga...!!! aún me río cuando lo recuerdo!!
ResponderEliminarPumi, totalmente de acuerdo, cuando no se puede, es que no se puede!!! jajajaja...
ResponderEliminar