domingo, 28 de abril de 2013

Cosas de madre 5: La multiplicación de los peligros

Igual que se multiplicaron el pan y los peces, las madres como yo multiplicamos el alcance de los peligros de forma exponencial.

Para nosotras, aprensivas por naturaleza y agudizadas después de dar a luz, una mesa cuadrada deja de tener cuatro esquinas para pasar a tener cuarenta; y la distancia entre la cama y el suelo deja de ser de cincuenta centímetros para pasar a ser de cinco metros.

Y es que el pequeño personaje campa a sus anchas por el mundo sin ver uno solo de los peligros que mis ojos captan, analizan y valoran a la velocidad del rayo (viviendo en un ¡ay! constante). Lástima que no esté bien visto liar a los niños en plástico de bolitas.

Y lo peor de todo esto es que, sabiendo que lo llevo en los genes, no se cumplirá lo que la señora M. está cansada de decirme: que decrecerá con los años. Es más, cuando el pequeño personaje se vaya de excursión a pasar el día al campo, para mí será como si se fuera a los Alpes suizos; y el domingo, cuando se vaya a jugar el partido de fútbol, será como enviarlo a prácticas de guerra de las que puede volver con piernas o brazos rotos. No quiero ni pensar cuando sea adolescente…

Haciendo balance, no sé cómo hemos podido sobrevivir nosotros sin los elementos de seguridad para los enchufes, las puertas, los picos de las mesas, los baños, sin sillas especiales para el coche, sin cascos para las bicis, sin rodilleras para los patines, yendo cinco personas en el asiento de atrás de un coche unos encima de otros… Hemos vivido peligrosamente, quién me lo iba a decir a mí.

12 comentarios:

  1. y cómo hemos sobrevivido jugando en la calle sin que los mayores tuvieran que estar mirándonos...

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  2. Jajaja, Ladytacones, ya te digo, no sé ni cómo sigo por aquí!

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  3. Me encanta leerte. Besos. Anuchi

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    1. Un beso, Anuchi, y a mí me encanta saber que estás ahí leyéndome.

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  4. Es verdad, las madres desarrollamos un sexto sentido que nos hace ver los peligros antes de que existan ¿qué harían nuestras madres sin ayuda de esos inventos que nos ayudan hoy a evitar esos peligros?

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    1. Pues mi madre no hace más que decir: "Uy, mira tú qué bien,¿y eso? ¿No se coge los dedos con la puerta? ¡Uy, mira tú qué bien", jajaja.

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  5. Ufff.... Bueno los niños, niños son y ellos gracias a dios no ven el peligro....si no, los pobrecitos mios no se querran ni mover si saben q van a salir con algún chinchon o lo q sea....

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    1. Así era yo de chica, que también veía el peligro y casi ni me movía, jajajaj...

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  6. JAJJAJAJAJAJJAJAJJAJAJAJAJJAJAJAJJAJAJJAJAJJAJAJAJAJJAJAJJAJA.......... me ha encantado!!!!!! yo en el curro los medio protejo.. porque para eso nos han enseñado como enseñar.. con libertad... (esto sería muy largo de explicar, entiendase que todo con sentido comun) pero jodo cuando me quedo cuidando de mis sobris... dejo de lado toda la enseñanza y adopto rol madre total!!! pero al mismo tiempo dejandoles que se caigan.. es un poco un tira y afloja.... comprate el cacharro ese para los chichones que debe de ir de maravilla.. y a disfrutar de las aventuras!! jajajajjajajaj,....

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    1. ¡La barrita mágica es mágica de verdad!

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    2. Yo ya he gastado una barrita...reconozco q la he usado mucho!!!

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  7. Jajaja! Me ha encantado lo de envolverlos en plastico de bolitas. Oye, todo es ponerse y luego van todos detrás! Los míos son unos torbellinos. Uno ya se tiró de la cuna, se han caído de las sillas, del tobogán...a veces tienen tanto chichón que parecen mapas. Y encima si vigilas a uno pierdes de vista al otro! Un cristo... Besos!

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