Esta calor nos trae de cabeza. No salimos de casa porque estar en la calle puede costarnos un susto y el pequeño personaje se sube por las paredes (y nosotros también). Así que, pese a que no somos muy partidarios de utilizar las tecnologías para entretener al peque, a veces, después de jugar a los coches, potrear el sofá (y a nosotros), ver por enésima vez "Ice Age" o "Blancanieves y los siete enanitos", entonces y solo entonces, lo camelamos con el iPad.
Nos hemos bajado unas cuantas de aplicaciones infantiles, aún demasiado complicadas para él pero igual de efectivas, y es la excusa perfecta para ir a hacer un pipí al váter (tras un mes de Operación Pañal Fuera, parece que se ve la luz al final del túnel - aunque aún está lejos, muy lejos), estar un rato sentados en el sofá sin que se nos monte encima como un monete o simplemente disfrutar con él sin sobresaltos (bueno, solo los sobresaltos producidos por un uso nada suave del aparatejo).
Y como estos niños parece que han nacido con una tablet bajo el brazo, la usa mejor que nosotros, salta de una aplicación a otra como por arte de magia y hace movimientos de manos que yo todavía no sé hacer para conseguir cosas que yo ni siquiera sabía que se pudieran conseguir con ella. No quiero ni pensar cuando sea mayor y la tecnología avance mucho más de lo que está ahora, será él el que se siente conmigo y, con toda la paciencia del mundo, me enseñe a utilizarla.
PD: Me duele en el alma tener tan abandonado este rinconcito de mi vida, pero el otro proyecto me tiene muy ocupada, sobre todo ahora que está empezando. En cuanto todo se normalice, volveré a Mi casa tiene goteras con energías renovadas. Por cierto, visitad www.mystoriesproject.blogspot.com!