martes, 31 de mayo de 2011

Seis semanas

Podría decir que mis entradas se han perdido en el misterioso universo de la blogosfera; que mis palabras han sido raptadas por un pirata informático; o incluso que mi ordenador se ha puesto en huelga y no he podido hacerlo trabajar... Pero entonces mentiría. Casi un mes después de publicar mi último post, con problemas de blogger de por medio y borrado de comentarios y demás, me he reinventado y vuelvo a las andadas.

Ya me lo planteé cuando comencé este nuevo blog, "no me lo iba a tomar como una obligación". Ya lo hice con el primero y, al final, no salió del todo bien. Así que ahora, con tiempo, tranquilidad y ganas, os dejo otra gotera de mi casa.


Me quedan seis semanas para ser mamá. No sé por qué decir "seis semanas" se me antoja más impactante que decir "mes y medio", desde luego, el cuerpo me reacciona de otra forma. Ya noto que cada día no es un día más... es un día menos y no sé si sentir miedo, ansia, ilusión o... ¿qué?

En las clases preparto nos explicaron todo el proceso del parto con pelos y señales y volví a casa casi desencajada: no era el relato de una amiga, no, era lo que me iba a pasar a mí. Gracias a Dios que no mostraron el famoso vídeo de un parto, si hubiera sido así, hubiera salido corriendo sin volver la vista atrás. Creo que no es necesario ver esas imágenes para ser consciente de la que se avecina, en serio, ¿qué pensáis vosotros?

Pero de eso hace un par de semanas, el cuerpo se acostumbra a vivir con esas expectativas y, o soy muy zen, o mi cabeza ha decidido darse un descanso y preocuparse por los problemas cuando estén encima. Disfrutaré de estas escasas seis semanas, aunque el calor se haya convertido en un duro contrincante (tengo mis armas, el aire acondicionado); y el paseo diario haya pasado de ser una costumbre a una obligación a veces tediosa (pero quien algo quiere, algo le cuesta).

Con dolores de "encaje", bajadas de tensión, pero sin los pies hinchados os invito a esta recta final de mi embarazo. Con lo cagona que soy, solo espero que salga bien todo, que al final de la recta os pueda escribir un post contándoos lo maravilloso de ser madre, y que luego tarde muchísimo en retomar mi blog porque... mi nene estará conmigo y me necesitará a todas horas del día.

Chaoo!!

miércoles, 11 de mayo de 2011

Curiosidades diarias

¿Por qué dejamos la casa en un punto la noche antes de que venga la mujer que tienes contratada para que te deje la casa en un punto?

Yo, desde luego, lo hago: saco la basura; no dejo un plato en el fregadero -cuando he tenido los platos de dos cenas acumulados hasta esa noche-; recojo los bolsos y los pañuelos que han estado adornando la mesa del salón durante toda la semana; cuelgo las rebecas que han estado apoyadas en las sillas por días... Vamos, que dejo recogidita.

Lo he hablado con más gente y no soy la única que lo hace. Quizás es que en casa de mis padres nunca hemos tenido a una mujer contratada para estos menesteres y todavía tengo la sensación de que si viene alguien de fuera, lo mejor es dejar tu casa lista.

No lo sé, en cualquier caso... ¿es curioso o no?

Chaoo!!

lunes, 2 de mayo de 2011

No hemos cambiado tanto

Qué verdad que es que las modas siempre vuelven; la ropa de ayer vuelve a estar en el candelero cincuenta años más tarde; las radios cuanto más retro, más modernas son; los relojes de pulsera clásicos golpean fuerte y así, miles de detalles más en la vida diaria que, con solo pararnos a pensar un poco, son el ejemplo perfecto de esta máxima... ¡¡Si hasta vuelve el papel pintado!!

Lo que sí es un contraste bastante chocante y que te hace sonreír un poco es lo siguiente: esta mañana, en mi paseo diario para hacer que la barriga no sea lo único que se distinga de mí en unas semanas, he visto en un intervalo de diez minutos a una persona mayor - de unos sesenta o setenta años, con esas edades no sé ser concreta - con su transistor y a un chico de unos catorce o quince años - tampoco sé ser concreta con esas edades -, con su móvil de última generación escuchando música (sin auriculares quiero decir).

En definitiva, da igual que uno estuviera escuchando Radio Olé y el otro, la última canción de un grupo pop cualquiera que esté de moda hoy en día porque, en realidad, no hemos cambiado tanto.

Chaoo!!